Jueves 01 de abril de 2010 | Por Andrés Alejandro Andreis
Como es de público conocimiento, el
intendente de Santa Fe Ing. Mario Barletta firmó un convenio con la
Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif), en donde quedó
integrada la Unidad Coordinadora con el propósito de llevar
mancomunadamente con este ente nacional, distintas acciones para
planificar todo lo que tenga vinculación con los bienes ferroviarios y
su uso en la ciudad de Santa Fe. Aunque confiamos en los buenos
propósitos de las negociaciones, siempre hay algo que corregir y
modificar criterios, en base a otros conceptos que se deben evaluar a la
hora de las decisiones y en donde el Museo Ferroviario desea participar
y brindar su punto de vista en cuestiones que tienen que ver con
determinados conocimientos y experiencias relacionadas con los trenes.
Las trazas ferroviarias desde la época fundacional de
los ferrocarriles fueron objeto de críticas contrapuestas de acuerdo
con los estudiosos del tema. Raúl Scalabrini Ortiz manifestaba que eran
un embudo convergente al puerto de Buenos Aires para servir intereses
extranjeros, por su parte Mario Justo López las justificaba con un tinte
más liberal. Pero al margen de las diversas opiniones de los eruditos,
en general coincidimos que los ferrocarriles construidos por el Estado
nacional y las empresas inglesas y francesas, dejaron un potencial de
47.000 km de vías hasta la década de 1940, superando a todos los
ferrocarriles latinoamericanos de la época, y en poco tiempo el país se
transformó en exportador de materia agrícola y ganadera y del transporte
masivo de personas a través de este medio, que junto a la corriente
inmigratoria del pasado crearon nuevas colonias y pueblos.
Las dos estaciones
En realidad fueron tres. Recordemos que la estación
del Ferrocarril Santa Fe donde en la actualidad se encuentra la Terminal
de Ómnibus Manuel Belgrano, fue la más antigua construida en 1885 y
demolida lamentablemente en 1960. Originario del Estado provincial, este
ferrocarril, concesionado primero y transferido definitivamente el 10
de abril de 1900 a la Compañía Francesa de los Ferrocarriles de la
Provincia de Santa Fe, nos vinculaba con las colonias y pueblos del
oeste, norte y sur, y traspasaba sus límites hacia las provincias de
Córdoba y del Chaco. Las líneas aún existentes pertenecen hoy al
Ferrocarril Belgrano Cargas.
Por su parte, la estación del Ferrocarril Mitre que
se encuentra en la avenida Gral. López en el extremo suroeste de la
ciudad, se comenzó a construir en 1889, para quedar terminada hacia
1891. De capitales británicos, la nombrada perteneció en sus comienzos
al Ferrocarril Buenos Aires y Rosario para fusionarse oficialmente en
1908 con el Ferrocarril Central Argentino, manteniéndose como tal hasta
1948 en que pasó al Estado nacional como F. C. Nacional General
Bartolomé Mitre.
El ramal Bernardo de Yrigoyen Santa Fe fue construido
entre 1890-1892. El flujo principal eran los trenes de y hacia el sur,
Rosario, Buenos Aires y al oeste con San Francisco (Córdoba). En julio
de 1992 fueron clausurados todos sus servicios.
Finalmente el Ferrocarril Central Norte Argentino
(FF.CC. del Estado), que nos unía con San Cristóbal tendió sus líneas a
Santa Fe en 1908, no sin antes haber completado la extensión de su red a
Tucumán entre 1891 y 1892. En instalaciones precarias al este de la
ciudad, se comenzaron a recibir los primeros trenes en las calles que
hoy conocemos como Avellaneda hasta Vélez Sarsfield de norte a sur y,
hasta Río de Janeiro (actual Luciano Molinas), de este a oeste. Años
después se proyecta una monumental estación cuya ejecución finaliza en
1928 y, declarada posteriormente como cabecera principal del citado
ferrocarril con vinculaciones a Tucumán, Salta y Jujuy para continuar
hacia los límites internacionales con Chile, Bolivia y la interconexión
posterior a Paraguay. En 1948, cuando todos los ferrocarriles pasaron al
Estado Nacional se lo denomina Ferrocarril Nacional General Manuel
Belgrano. La estación es clausurada luego de cumplir con algunos
servicios promediando 1994, en el marco de las leyes de Reforma del
Estado y Emergencia Económica durante el gobierno de Carlos Menem.
Análisis final
De esta sinopsis histórica, extraigo las siguientes
conclusiones: en la época que bien podríamos denominar de oro de
nuestros ferrocarriles, en el caso puntual de Santa Fe su ciudad
capital, hubo de acuerdo con lo descripto tres estaciones ferroviarias
de pasajeros de distintas compañías, que cumplían con la conexión zonal
hacia todos los puntos del país. No podemos imaginar entonces que deba
existir una estación única, la cual sería según ciertos proyectos la
estación del F.C. Mitre. Si fuera así, la estación exclusiva debiera ser
la del Belgrano por su dimensión, capacidad y estructura imponente. Su
ubicación estratégica permite la entrada y salida de grandes, medianos y
pequeños trenes hacia los puntos más lejanos del noroeste argentino, al
sur Rosario Buenos Aires y, el tráfico internacional ya mencionado. El
crecimiento demográfico de los últimos tiempos nos señala la puesta a
punto de ambas en el lugar que se encuentran, porque en su conjunto
deberán absorber el tráfico ciudadano del futuro, que se volcará
masivamente hacia este medio de transporte vital e irremplazable.
Finalmente, debemos tener en cuenta que la inminente
inversión en el Belgrano Cargas, para la renovación de su material
tractivo, remolcado y de vías, posibilitará nuevos convenios e
inversiones para los trenes de pasajeros y, con más razón si se concreta
el proyecto ferrourbanístico para una mayor seguridad vial.
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