Con la idea de poner de pie al territorio sobre los ramales ferroviarios poco aprovechados, la Mesa de Enlace Ferroviario propone un esquema que se basa en el intercambio entre el interior provincial y un centro de consumo y cultura en el corazón de la ciudad de Córdoba, con el modo ferroviario trabajando a pleno como herramienta integradora.
Talleres del Belgrano, Estación de Desarrollo es una propuesta que realiza la Mesa de Enlace Ferroviario para el aprovechamiento integral del predio de los Talleres del Ferrocarril Belgrano en la ciudad de Córdoba.
La Mesa de Enlace Ferroviario reúne a técnicos, empresarios, consultores y profesionales relacionados al sector ferroviario, que aportan propuestas para el diseño de una política ferroviaria regional y federal, y en ese contexto hace este aporte.
Con respecto a los Talleres Córdoba del ferrocarril, la idea tiene en cuenta el estado actual de los terrenos y su infraestructura, sus espacios inactivos, sus áreas verdes, sus edificios desafectados de la actividad ferroviaria, sus actividades industriales remanentes, la capacidad de conversión de algunos sectores, pero, sobre todo, el altísimo potencial social, económico, cultural, integrador regional y turístico de toda la zona.
Se trata de una posibilidad de activar un gran nodo integrador de actividades en el sector inactivo del predio, que permita una conjunción de aspectos sociales, económicos, culturales y turísticos.
El concepto es destinar en el corazón de la ciudad capital de la provincia un espacio que sea captador de la esencia y la fuerza productiva y social del interior de Córdoba.
La figura principal sería una estación de trenes de cargas sociales y encomiendas, al servicio de los pequeños productores, la agricultura familiar y los productos culturales.
Una estación terminal (o de paso) de cargas sociales, encomiendas y pasajeros se ubicaría en un sector contiguo a las vías principales y al acceso a los talleres (hoy activos) para permitir que un flujo, hoy inexistente, de personas, mercadería, producción agrícola familiar, arte y turismo recorra los ejes principales de las zonas centro y norte de la provincia (por donde discurren los ramales de trocha angosta) convergiendo en este punto articulador que sería captador de cargas y pasaje, generando demanda, tanto de bienes y servicios, como de prestaciones ferroviarias.
La forma más fácil de interpretar la idea es compararla con el puerto de Tigre, en el Delta del Paraná, con todo tipo de embarcaciones que desde distintos puntos de las islas convergen en una terminal fluvial que genera movimiento social, económico y cultural, posicionando a todo el entorno como atractivo turístico. La identidad de puerto y delta se replica en Córdoba con este concepto de Estación de Desarrollo, campo y sierras.
La idea de estaciones de transferencia de mediana o gran escala, o los puertos secos que se pueden (y deben) proyectar en diversas zonas de la provincia, escapan a la actividad económica individual o de pequeña magnitud, dado que un fabricante de artesanías de las sierras o una familia de agricultores del norte cordobés no podrían recurrir a estas instalaciones, ya sea por la magnitud o por los costos de dichos servicios. Por eso se prevé una proporción más adecuada entre vehículos, tamaño de la carga y estaciones de transferencia de bienes, con las características de la microeconomía generada por las PyMes, los microemprendimientos y los pequeños productores.
Podemos imaginar así a una suma de personas (trabajadores, artistas, artesanos, productores, micro-emprendedores) que demandarán servicios sociales de movilidad (en este caso con la respuesta de una lógica oferta de viajes y condiciones que puede brindar el ferrocarril de pasajeros) y servicios de cargas y encomiendas (que fácilmente la red ferroviaria puede ofrecer poniendo a rodar coche-motores con furgones, trenes mixtos, etc.).
Los conceptos de economía social, ecología y sustentabilidad quedarían garantizados tanto por las ventajas del modo ferroviario vinculado a la dinámica del proyecto, como por las características de la Estación de Desarrollo y su complejo integrador.
La propuesta dista notoriamente de los objetivos inmobiliarios de los proyectos tradicionales, y asegura dar respuesta a la necesidad de espacios verdes que se hace muy notoria al observar un mapa de ese sector de la ciudad.
La integración urbana es clave, se conecta y articula el tráfico urbano, se promueve la combinación con transporte automotor de pequeña escala (automóviles, pick ups, pequeños camiones, furgones, buses urbanos, minibuses), sin olvidar la necesidad de potenciar la micro movilidad, proveyendo al predio de bicisendas y estacionamientos, y a los trenes, de espacios para el traslado de bicicletas. La consigna de no sobrecargar a las áreas verdes con nuevas construcciones tiene dos justificaciones: garantizar el espacio de recreación y esparcimiento, cuidando los sectores de vegetación existentes y mejorándolos con parquización y forestación; y destacar la arquitectura de los edificios originales del ferrocarril de gran capacidad física, con características funcionales ferroviarias (perfectamente adecuables a los usos propuestos) sólo interviniendo con técnicas de restauración y conservación, agregando pequeños agregados funcionales como galerías, senderos peatonales, aleros, puestos de venta, puentes y rampas, manteniendo la esencia del paisaje ferroviario cuya identidad es la que se emparenta con la del mismo barrio que incorporará a su vida la dinámica y aspecto de este complejo.
La complementación con otros medios de transporte abre un abanico de combinaciones desde el tren de cargas hasta mercados como San Miguel, en la vía a Malagueño (que en un futuro contaría con trocha mixta), o el Mercado de Abasto al este de la ciudad (con posibilidad de conexión ferroviaria o multimodal). Este aspecto de la carga “social” debería integrarse a un plan maestro de diseño regional de la red ferroviaria de cargas, donde cada playa, centro de transferencia o puerto seco, debería articularse con un sistema integral. La Mesa de Enlace Ferroviario desarrollará una propuesta sobre este tema.
Se deben adaptar los edificios y zonificar para distintos usos: cargas sociales, encomiendas, andenes y refugios para pasajeros y cargadores, zonas gastronómicas, mercados comunitarios, escenarios y salas de eventos, actividades sociales, servicios públicos, recreación, actividades culturales, cines, etc. Entre las actividades destacadas que debería promover el predio se destacarían las actividades sociales y culturales, como valores de intercambio entre la ciudad y el interior de la provincia, conviviendo y complementando con la microeconomía regional. El predio sería, en sí, un amplio escenario de manifestaciones teatrales, conciertos, exposiciones, encuentros y demás expresiones culturales.
Cada sector del nodo se integra entre si con los otros, y a su vez la Estación de Desarrollo se integra al barrio, a la ciudad y a todo el interior provincial, gracias a la dinámica de intercambio de bienes comerciales y culturales, y a la misma reactivación ferroviaria que proyectará la obra puntual de este sector ferroviario urbano a toda la región.
La presencia del Estado se haría efectiva, si se ocuparan distintos espacios con dependencias para servicios, información, y desarrollo de políticas sociales o culturales. Sería factible, por ejemplo, instalar un CPC de la Municipalidad de Córdoba; un Centro Integrador Comunitario, de la Nación; un Centro de Atención al Ciudadano, de la Provincia, etc., etc.
La demanda de espacio físico para las funciones propias del taller, sus posibles ampliaciones, la operatividad ferroviaria, el estacionamiento y alistamiento de trenes para servir al Ferrourbano Metropolitano y a los trenes regionales, están previstos en este plan, por lo que no se pretende avanzar con obras o intervenciones que dificulten el crecimiento y pleno uso de la infraestructura del ferrocarril.
Un aspecto de importancia sería la presencia de un centro de cultura y preservación ferroviarias, a cargo del Museo Ferroviario Córdoba, que aseguraría la conservación de importante y disperso material histórico, como así también apuntalaría la identidad ferroviaria del complejo, poniendo a la historia del ferrocarril al alcance de todos los públicos. Esta sede del museo complementaría a la sede principal a conformar en el predio de la estación Córdoba del Ferrocarril Mitre (Cabina de señales, galpones desactivados, parque con museo externo, etc.).
En los predios ferroviarios nos encontramos con asentamientos irregulares que deben ser movidos a locaciones acordes a las necesidades básicas de esos grupos de familias (debe preverse urbanización y relocalización). Ello sería ventajoso para las instalaciones de Talleres del Belgrano, Estación de Desarrollo tanto en su funcionalidad como en la seguridad de las personas y de las formaciones ferroviarias que a diario ya atraviesan esos terrenos. Para este cometido nuestra asociación puede aportar un esquema de propuestas.
El trabajo asociativo y la colaboración entre Municipalidad, Provincia y Nación es clave para la plena concreción y efectividad del proyecto. Con un marcado contenido social y cultural, funcionarios de diversas áreas podrían hacer gestiones conjuntas para, además, garantizar el desarrollo regional y asegurar una mejor calidad de vida para todas y todos.
La Mesa de Enlace Ferroviario está abocada, desde hace tiempo, a elaborar planes que promuevan el crecimiento de una red ferroviaria regional que pueda ser puesta al servicio del desarrollo económico y social. Y, como en otras propuestas anteriores, se manifiesta interesada en participar con ideas, conocimiento técnico, asesoramiento y trabajo pleno, para concretar, uno a uno, los sueños de un ferrocarril moderno, dinámico y eficiente para todos los cordobeses y argentinos.
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