Hoy se cumplen 82 años de la puesta en servicio de este enlace vial, que se transformó también en un ícono de identificación de la ciudad de Santo Tomé. Comenzado a construir en 1937 y puesto en funciones en 1939 (aunque por una cuestión contractual la empresa recién hizo la entrega definitiva de la obra en 1940), el 14 de julio marca el hito en que este puente empezó a hacer posible que Santa Fe y Santo Tomé estén a un paso de distancia.
Para celebrar su existencia les proponemos un recorrido de las fotos de su construcción, repasando también los aspectos constructivos que lo caracterizan y le permitieron permanecer más de ocho décadas en servicio, y contando.
Durante su desarrollo, el puente se integró específicamente por 58 tramos de vida Gerber, de 10 metros cada una, y dos arcos parabólicos de 80mt de luz cada uno, y se ubican sobre el Río Salado y sobre El Vado respectivamente. Los arcos son soportados por dos cilindros de 24mt de profundidad, con paredes de hhaa de 60cm de espesor.
Para su construcción, la empresa alemana Gruen y Bilfinger, empleó muchos obreros de origen polaco. Los trabajadores tuvieron que trabajar en altura y también desde embarcaciones y camiones para realizar las tareas. En ello también se requirieron sistemas de poleas para movilizar el material. El barrio San Martín de Santo Tomé tiene su origen como asentamiento de los obreros que construyeron el enlace vial.
El basamento del puente utilizó una tecnología que posibilitó la vigencia de la estructura durante todo este tiempo. Esta tecnología se denomina 'nudillos articulados' que permiten cierto movimiento, favoreciendo su resistencia al momento de soportar la circulación de grandes caudales de vehículos sobre su calzada.
Los 58 pilares que tiene el puente transmiten las cargas a los pilotes de hormigón situados a mayor profundidad.
Para la construcción del puente se utilizaron barcazas, sobre todo para las obras iniciales en el lecho del río Salado.
Los arcos del puente carretero se apoyan sobre pilares, cada uno de los cuales descargan sobre dos cilindros de fundición huecos de 4,50mts de diámetro, con paredes doblemente armadas de 60cms de espesor y 24 mt de longitud, desde el fondo del lecho del río hacia abajo. Estos cilindros son especialmente construidos para soportar el peso del tablero cuando cruza el cauce principal del salado y del vado.
La carpeta de rodamiento del puente en un principio era de hormigón simple, de 8cm de espesor, con juntas de dilatación entre cada paño. A su vez, las veredas también de hormigón y hechas en voladizo, se construyeron con juntas transversales a las de la calzada central, sobre los pilares y a 5 metros de ellos, para evitar la aparición de fisuras.
Para el transporte de materiales de obra, se estableció un sistema de vías que facilitaba el traslado de elementos pesados, como se estila en la minería subterránea.
Previo al actual puente carretero, puesto en funciones en 1939, el río salado se cruzaba mediante un puente metálico que empezó a mostrar debilidad y motivó la construcción de éste último. A su vez, el puente metálico reemplazó uno de madera que fue el primer enlace vial en este sector, construído en la segunda mitad del '1800. Actualmente al Norte del puente carretero se divisan los pilares del viejo puente metálico.
En las pruebas de carga que se realizaron como parte de la obra de construcción, se emplearon camiones cargados con arena: por partes se empleaban seis camiones que en total sumaban 48ton, y en otros lugares se emplearon 9 camiones sumando 72ton.
Las últimas obras estructurales de mantenimiento que se hicieron sobre el puente carretero datan de mediados de los '90s. A su vez, durante el 2019 se reemplazó la carpeta asfáltica sobre toda la estructura, que ya estaba muy deteriorada.
Las fotografías corresponden al Archivo de Diario El Litoral
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