Fuente: RafaelaNoticias
El relevamiento –que se enmarca dentro de los objetivos fijados en el “convenio de colaboración y asistencia recíproca" firmado en noviembre pasado entre la AFAR y DECAHF—permitirá tener una visión actualizada del estado en que se encuentran las vías. Esa “foto” del estado de la infraestructura servirá como base para un posterior estudio, más completo y concreto y con participación de las autoridades locales, provinciales y nacionales, orientado a la implementación de un futuro servicio de tren urbano de pasajeros.
Los trabajos de relevamiento y registro del estado de la traza ferroviaria fueron realizados por un equipo de técnicos y profesionales de DECAFH coordinados por el Ingeniero Alfredo Cargnello y la abogada y especialista en Transporte, Paula Lozano.
La empresa DECAHF--que depende del Ministerio de Transporte de la Nación y está presidida por Damián Raúl Contreras --tiene por objeto diseñar, organizar, promover y realizar actividades de asistencia técnica, asesoría, capacitación, complementación, entrenamiento, especialización, formación y recalificación de recursos humanos, fortalecimiento organizacional y resguardo documental en materia ferroviaria.
DECAHF se encuentra facultada para desarrollar, a título gratuito u oneroso, tareas de asistencia técnica, cooperación, consultoría, investigación y vinculación científica y tecnológica. Además, es responsable de difundir la cultura ferroviaria, desarrollar actividades vinculadas a la museología y la preservación del patrimonio, pudiendo asumir por si, por intermedio de terceros o asociada a terceros la explotación de recorridos ferroviarios con fines turísticos o históricos.
Con la concreción del relevamiento de la infraestructura ferroviaria de la línea Belgrano, la AFAFR y DECAFH buscan contribuir con las autoridades poniendo a disposición los resultados y conclusiones del estudio para que puedan evaluar la refuncionalización de las vías que actualmente se encuentran inactivas, con un eventual proyecto de transporte público de pasajeros que tenga en cuenta las normativas ecológicas y responda a las necesidades sociales y de desplazamiento de los habitantes de la ciudad.
De extremo a extremo, lindan con esa traza los barrios Zazpe, el nuevo barrio 42, Virgen del Rosario, Italia, Nuestra Señora de Luján, Sarmiento, Villa Rosas, Villa del Parque, Villa Podio, Fátima, Mosconi, Pizzurno, Ilolay, 17 de Octubre y Brigadier López. El recorrido une en forma directa dos extremos de la ciudad, con barrios densamente poblados. En el Sur hay varios centros educativos importantes: la UNRaf, el Instituto Superior del Profesorado y la Escuela Municipal de Música. Pero en el otro extremo las vías está la Facultad Rafaela de la UTN. Entre personal docente, no docente y estudiantes, son potencialmente cerca de 3 mil pasajeros diarios que podrían potencialmente usar el servicio, sin contar con vecinos de esos barrios que quieran trasladarse de un lugar a otro.
El relevamiento no debe crear falsas expectativas. En primer lugar se trata de ver lo que hay en existencia, lo que sobrevivió al desinterés de las políticas públicas y lo que aún puede rescatarse. Y esos datos servirán para hacer números: inversiones necesarias y proyecciones posibles. Desde la Asociación de Ferromodelistas y Amigos del Ferrocarril advierten que no hay que plantar ilusiones vanas, sino que primero se requiere conocer el escenario en el cual está parada la ciudad en esta materia. El costo de recuperación de las vías y los apeaderos posibles, que deberían ser no menos de 5, serían el punto principal a considerar en un paso posterior. Del material rodante se podría hablar al final, porque las opciones son varias y por lo menos una hasta permitiría una adaptación de los minibuses actuales.
El relevamiento –que se enmarca dentro de los objetivos fijados en el “convenio de colaboración y asistencia recíproca" firmado en noviembre pasado entre la AFAR y DECAHF—permitirá tener una visión actualizada del estado en que se encuentran las vías. Esa “foto” del estado de la infraestructura servirá como base para un posterior estudio, más completo y concreto y con participación de las autoridades locales, provinciales y nacionales, orientado a la implementación de un futuro servicio de tren urbano de pasajeros.
Los trabajos de relevamiento y registro del estado de la traza ferroviaria fueron realizados por un equipo de técnicos y profesionales de DECAFH coordinados por el Ingeniero Alfredo Cargnello y la abogada y especialista en Transporte, Paula Lozano.
La empresa DECAHF--que depende del Ministerio de Transporte de la Nación y está presidida por Damián Raúl Contreras --tiene por objeto diseñar, organizar, promover y realizar actividades de asistencia técnica, asesoría, capacitación, complementación, entrenamiento, especialización, formación y recalificación de recursos humanos, fortalecimiento organizacional y resguardo documental en materia ferroviaria.
DECAHF se encuentra facultada para desarrollar, a título gratuito u oneroso, tareas de asistencia técnica, cooperación, consultoría, investigación y vinculación científica y tecnológica. Además, es responsable de difundir la cultura ferroviaria, desarrollar actividades vinculadas a la museología y la preservación del patrimonio, pudiendo asumir por si, por intermedio de terceros o asociada a terceros la explotación de recorridos ferroviarios con fines turísticos o históricos.
Con la concreción del relevamiento de la infraestructura ferroviaria de la línea Belgrano, la AFAFR y DECAFH buscan contribuir con las autoridades poniendo a disposición los resultados y conclusiones del estudio para que puedan evaluar la refuncionalización de las vías que actualmente se encuentran inactivas, con un eventual proyecto de transporte público de pasajeros que tenga en cuenta las normativas ecológicas y responda a las necesidades sociales y de desplazamiento de los habitantes de la ciudad.
El principio del camino
Lo que revele el trabajo que harán los profesionales mencionados es apenas un primer paso. Ver lo que hay, la infraestructura que ya existe. Son 7 kilómetros de la vieja traza del FFCC Belgrano, desde el canal Norte y hasta la RN 34, en el barrio Brigadier López y frente a la UNRaf. En ese recorrido hay rieles que han desaparecido, tapados por el desarrollo urbano y el paso de los años, o simplemente quitados por acción de personas.De extremo a extremo, lindan con esa traza los barrios Zazpe, el nuevo barrio 42, Virgen del Rosario, Italia, Nuestra Señora de Luján, Sarmiento, Villa Rosas, Villa del Parque, Villa Podio, Fátima, Mosconi, Pizzurno, Ilolay, 17 de Octubre y Brigadier López. El recorrido une en forma directa dos extremos de la ciudad, con barrios densamente poblados. En el Sur hay varios centros educativos importantes: la UNRaf, el Instituto Superior del Profesorado y la Escuela Municipal de Música. Pero en el otro extremo las vías está la Facultad Rafaela de la UTN. Entre personal docente, no docente y estudiantes, son potencialmente cerca de 3 mil pasajeros diarios que podrían potencialmente usar el servicio, sin contar con vecinos de esos barrios que quieran trasladarse de un lugar a otro.
A largo plazo
Obviamente el proyecto, en caso de ser viable, será a largo plazo. ¿Rafaela 2031 podría ser un objetivo, considerando que la ciudad cumplirá 150 años en ese momento? Sería un aporte esencial, en medio de la necesidad que la ciudad demuestra día a día de contar con un sistema multimodal de transporte público que disminuya el uso de los vehículos particulares. Pero hay una realidad: los costos económicos, en medio de la realidad de un país acosado por las crisis sucesivas; y el estado de abandono que presenta la infraestructura. Medir costos y beneficios, de eso se trata.El relevamiento no debe crear falsas expectativas. En primer lugar se trata de ver lo que hay en existencia, lo que sobrevivió al desinterés de las políticas públicas y lo que aún puede rescatarse. Y esos datos servirán para hacer números: inversiones necesarias y proyecciones posibles. Desde la Asociación de Ferromodelistas y Amigos del Ferrocarril advierten que no hay que plantar ilusiones vanas, sino que primero se requiere conocer el escenario en el cual está parada la ciudad en esta materia. El costo de recuperación de las vías y los apeaderos posibles, que deberían ser no menos de 5, serían el punto principal a considerar en un paso posterior. Del material rodante se podría hablar al final, porque las opciones son varias y por lo menos una hasta permitiría una adaptación de los minibuses actuales.
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