Un servicio que no fue: la prueba en Santa Fe del coche motor Materfer CML 1 de 1993.



Hace ya un largo tiempo, en la búsqueda de información para un trabajo de investigación sobre el traumático proceso de cierre y liquidación durante los 90' de Ferrocarriles Argentinos en la ciudad de Santa Fe, mí amigo Gustavo Flores me comentó sobre un hecho del que fue testigo y del que poco se recuerda, lo que despertó mí inmediato interés. Con una pista vaga que me aportó y luego de una búsqueda de varios meses, pude encontrar el hecho en cuestión que paso a relatar aquí debajo:

Durante el cierre de los ferrocarriles de pasajeros en el 92' y 93'- en el caso puntual de la provincia de Santa Fe- el entonces gobernador Carlos Reutemann decide dejar pasar la oportunidad de hacerse cargo del ferrocarril como le propuso Menem a los gobernadores. Este hecho no quita que se intentó ensayar una salida, que al final, quedo en la nada. Esto se debe a una inesperada propuesta que se ofreció al gobierno provincial por parte de la empresa cordobesa MATERFER en noviembre de 1993, para evaluar la posibilidad de adquirir un coche motor prototipo.
 
Acerca de los antecedentes de esta empresa y de su prototipo, al respecto, la misma ya poseía una amplia experiencia en la construcción y provisión de material rodante para el mercado interno (Ferrocarriles Argentinos, el subterráneo de Buenos Aires y el Premetro), y también en externo para exportación hacia algunos países de Latinoamérica.
 
La unidad prototipo denominada como CML1 (coche motor liviano 1) había sido construida en 1984, y ya para ese entonces, había realizado varios recorridos dentro de las líneas de la extinta Ferrocarriles Argentinos a modo de prueba. MATERFER intento aprovechar la nueva etapa de las privatizaciones y de conformación de nuevas unidades de gestión ferroviaria provinciales, realizando la misma, un sinnúmero de nuevas demostraciones. Esta oportunidad no era menor si se tiene en cuenta la necesidad de renovar las unidades tractivas que Nación ofrecía a quienes quisieran correr trenes de pasajeros y que no en todos los casos, servían tal cual estaban. 



Esta unidad (CML 1) se ofrecía como una alternativa más barata de operar, y que, además, posibilitaba hacerlo sobre vías en condición regular o livianas, situación en la que se encontraban la gran mayoría de las vías del Ferrocarril Belgrano. En un contexto recesivo y de desaparición de su principal cliente (Trenes Argentinos), la posibilidad de concretar ventas era algo muy necesario para MATERFER, de allí el amplio tour que esta unidad tuvo durante la década de los 90’.

La unidad-a la que El Litoral nombro erróneamente como “ferrobús”-partió en su viaje de prueba el 11 de noviembre de 1993 en dirección a la ciudad de Vera, en presencia del gobernador, el titular ministerial del Magic y el Ing. José Weber. El itinerario continuaría hacia el norte en dirección a Resistencia, luego a Roque Sáenz Peña, Tostado y retorno a Santa Fe por la vía de San Cristóbal.
En declaraciones a la prensa al respecto de la prueba, el ministro Bernasconi comenta que “la idea era evaluar las características técnicas del vehículo, del estado de las vías, en vistas de poder diagramar posibles servicios a futuro”. Decía, además, “de que no se podía saber cuándo arrancaría el servicio, ya que debían coordinar con el Ferrocarril Belgrano y que eso llevaría tiempo”. 

A la vista de los hechos, mencionaba el funcionario que la intención era para “llevar el servicio hacia zonas donde no había otra alternativa del transporte, aunque también se contemplaba una combinación con servicios automotores”. Lo mencionado no es menor, ya que si bien existían aún líneas que conectaban a la ciudad de Santa Fe con otras regiones de la provincia e incluso con vías en mejor estado (la vía del Mitre que partía desde Santa Fe a Rosario había sido renovada hasta San Eugenio a partir de los 70'), lo cierto es que estas regiones contaban con alternativas viales de transporte y existían mayor número de rutas asfaltadas. Distinto es el caso del Norte de la provincia y las regiones circundantes, ya que las alternativas viales eran menores y las distancias eran mayores. De ahí la dependencia de la población de esta zona de los servicios de pasajeros, ya que el propio gabinete ejecutivo reconoció esta delicada situación.
 
Retornado a la prueba en cuestión, una vez realizada, el coche motor iría de regreso en dirección hacia Sorrento (en Rosario) y luego de allí, a la localidad de Ferreyra en Córdoba, donde se hallaba la empresa MATERFER.
Seguidamente, en otra nota de El Litoral del mismo día-y al ser abordado por otras cuestiones-, ahora sería el gobernador quien realizara un comentario acerca de las implicancias del proyecto en cuestión. En concreto él manifestó su preocupación de que quedaran zonas aisladas de la provincia.

 
Sin embargo, el tema de cómo financiar este proyecto -que es parte de su discurso de forma recurrente en esta época de negociaciones-, representa un complicado equilibrio entre sostener esa conectividad de transporte y el cómo financiarla, ya que, una vez terminada la prueba, la cuestión era el tema de los recursos necesarios para sostener el futuro servicio; de por sí, y para arrancar, el costo de adquisición de la unidad de prueba era de unos u$s500.000 aproximadamente, una cifra no menor en una época de vacas flacas.

Además, Reutemann comentaba que era un gasto que solo podría hacer el Estado, ya que el sector privado no tendría un retorno significativo si se le ofreciera la plena explotación del mismo, y que, como consecuencia de asumir esto el gobierno provincial, Reutemann afirmaría taxativamente:
“uno como gobernador se liga el palo de que aumenta el gasto público”.

Después de la prueba, la provincia no realiza acción alguna y deja pasar de largo la oportunidad. En una visita al norte en otra nota había manifestado la idea de un servicio que vinculara Verá con Los Amores, cosa que no próspero. Tendrán que pasar en el medio 30 años para que llegara el asfalto a esta zona olvidada y aislada de la provincia.

Nota por Aldo Garavaglia.
Fuente: Hemeroteca del diario El Litoral.
Fotografía a color: Instagram de Ferrocarril Argentino.

Publicar un comentario

0 Comentarios